
Seguramente, en más de una ocasión caminando por el campo te has encontrado con diferentes tipos de bayas. Algunas puedes encontrarlas directamente en el ribazo de las carreteras, pero para encontrar otros tipos debes adentrarte en bosques a cierta altitud.
Descubre qué son las bayas silvestres, cómo identificar las bayas comestibles y los beneficios de estas en los deportistas.
Qué son
Las bayas son frutas carnosas con diferentes propiedades que las hacen muy beneficiosas para nuestra salud. Su alto contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes te va a ayudar a prevenir ciertas enfermedades. Por ello, si no las has consumido nunca, es recomendable que lo hagas. Una buena manera es acompañándolas de un yogur.
¿Cuáles son los principales beneficios de las bayas?
En Asia son un alimento que se consume de forma habitual, pero en Occidente no hace tanto tiempo que las consumimos. ¿En qué pueden beneficiarte?
- Mejoran la vista. Su consumo reduce el tiempo de acomodación del ojo a la oscuridad. Asimismo, son fundamentales para preservar y mejorar la visión, al tiempo que mejoran la agudeza visual. Otros beneficios son que reducen la posibilidad de padecer cataratas y previenen la degeneración macular y otros trastornos oculares.
- Te ayudan en la pérdida de peso. Tienen un alto contenido en fibra y te aportan una gran cantidad de energía. Además, su sabor dulce te ayudará a mitigar la ansiedad por el azúcar cuando intentas llevar un estilo de vida más saludable o quieres perder peso.
- Purifican el cuerpo. Su acción en el hígado favorece la eliminación de toxinas, parásitos y otras sustancias que perjudican e intoxican el organismo.
- Refuerzan el sistema inmunitario. Su contenido en vitaminas C y A, zinc y hierro fortalece el sistema inmunitario. Por tanto, tu cuerpo estará más protegido frente a enfermedades como la gripe.
- Son un buen antioxidante. La presencia de los antioxidantes protege a tus células frente al envejecimiento prematuro, la radiación o la contaminación. Asimismo, contribuye a eliminar los radicales libres para evitar alteraciones en el ADN que desencadenen el envejecimiento de tu organismo.
- Antiinflamatorias. Su efecto antiinflamatorio hace que el zumo de estas frutas se haya utilizado en la medicina tradicional china para tratar artrosis, artritis o cistitis, por ejemplo.
Características de las bayas
A continuación, te exponemos las características principales de las bayas.
Una de las primeras características es obvia, porque te llama la atención cuando estás frente a ellas. Estamos hablando de su aspecto brillante y su coloración. Es posible que estas sean las frutas más llamativas del mundo vegetal.
Este aspecto facilita que los animales se las coman y eso, a su vez, ayuda a que se expandan en la naturaleza a través de sus desechos. ¿Cómo es esto posible? De forma habitual, las semillas de estas bayas no se digieren.
Estos frutos suelen ser de pequeño tamaño, de un bocado, pero en función de su tipo pueden ser más o menos grandes. Por ejemplo, los pepinos o los tomates también se consideran bayas.
Otra de las características que es inevitable comentar es su sabor intenso y su carnosidad. Por último, hay que hablar de su crecimiento. Suelen crecer en plantas y arbustos de suelos ricos y en lugares de semisombra; de este modo, conservan mejor la humedad.
Es importante que se rieguen de forma constante para que los frutos crezcan y se mantengan jugosos.
Tipos de bayas
No podemos clasificar solo las bayas como silvestres y comestibles. Existen diferentes variedades de bayas como las pepónides, las modificadas o las clásicas.
Las bayas clásicas corresponden a especies tan comunes y habituales en nuestra alimentación como las uvas o los tomates.
La chirimoya también es una baya, pero se encuadra en las polibayas, que son frutos que se han fusionado. Por otro lado, en las pepónides, como puedes imaginar, encontramos los pepinos, pero también otras frutas muy interesantes. Por ejemplo, la calabaza, el melón o la sandía, todas ellas tienen una cáscara mucho más gruesa que la pulpa. De este modo, la fruta se mantiene carnosa durante mucho más tiempo.
En este grupo de falsas bayas o pepónides también vamos a encontrar otras frutas que son más reconocibles. Hablamos de los arándanos, las grosellas, las moras y las fresas. Estas bayas se conocen como frutas silvestres de forma general y son ampliamente conocidas y reconocidas.
Antes de centrarnos en las bayas silvestres, también hay que mencionar otros tipos como las modificadas. La representación de este tipo son, por ejemplo, las naranjas y los limones.
Silvestres: ¿cuáles son?
Estas frutas suelen madurar durante los meses de calor. Las grosellas puedes cultivarlas en tu jardín y las zarzamoras puedes encontrarlas en los lados de las carreteras. En el caso de los arándanos, tendrás que hacer una buena excursión de senderismo para poder comerlos.
No obstante, en la actualidad puedes comprarlos en numerosas fruterías y mercados.
Junto a estas, también debemos mencionar las moras de árbol, los madroños, los escaramujos, los endrinos y las bayas de saúco.
Comestibles: cuáles son y cómo identificarlas
Las bayas comestibles son unas frutas muy apreciadas y, entre las personas aficionadas a la naturaleza, un manjar exquisito. Muchas de las que crecen en parques nacionales, montañas, senderos y prados son seguras para el consumo humano. No obstante, otras pueden provocar enfermedades o la muerte. Por ello, es importante saber identificarlas.
Te lo explicamos en 4 pasos:
- Coge solo aquellas bayas que reconozcas a simple vista. Es posible que sean un poco más pequeñas que las que puedes ver en las tiendas especializadas en alimentación, pero son seguras.
- Prueba las bayas. Si su sabor es dulce y reconocible, lo normal es que sean seguras. Por el contrario, si no tienen sabor o este es picante y duro, se puede intuir que el fruto no es comestible. En este caso, escúpelo de forma inmediata. En principio esto no debería provocar nada en tu organismo, pues la mayoría de las bayas solo envenenan al ingerirlas.
- Cuando vayas al campo, si pretendes recoger bayas, es recomendable llevar contigo una guía. Así, podrás consultarla y eso te dará mayor seguridad antes de comer cualquier tipo de fruto que encuentres en la naturaleza. Normalmente, en este tipo de libros no solo encontrarás fotografías precisas, sino que también se te indica qué es y qué no es comestible.
- Por último, en el mismo libro anterior puedes informarte acerca de las estaciones y los lugares habituales donde encontrarlas. Así, por ejemplo, en el caso de las fresas, se te indicará que suelen madurar al comienzo del verano y que sus flores son blancas. Por tanto, si vas paseando por el campo en febrero o marzo y encuentras una baya, lo normal es que no sea una fresa silvestre.
Beneficios de las bayas para deportistas
Tanto si eres deportista como si practicas una actividad física de forma esporádica, comer bayas es muy saludable.
De forma habitual, la mayoría de las personas piensan en arándanos, moras, frambuesas o fresas cuando se habla de este tipo de frutas. Pero, desde un punto de vista botánico, también hay que pensar en otras hortalizas, tal y como ya te hemos contado al principio de este artículo.
Pero ¿cuáles son los beneficios de las bayas en los deportistas?
Las bayas son ricas en ácido fólico, algo fundamental para que nuestro organismo se mantenga sano. Por este motivo, en la actualidad, se están llevando a cabo diferentes estudios ya en humanos para la prevención y el tratamiento del cáncer en asociación con la VITAMINA B12.
Su alto contenido en antioxidantes las posiciona como un alimento muy importante para prevenir el envejecimiento celular prematuro. Este se puede producir tanto por agentes externos como por contaminación o agentes internos. En este caso, podemos hablar de los radicales libres que se generan en nuestro cuerpo cuando realizamos cualquier actividad deportiva física.
La frambuesa se posiciona como una de las frutas más beneficiosas para la salud, pero también es muy importante en quienes practicamos una actividad física. Son ricas en vitamina C y potasio, por tanto, son un gran aliado para mantener en guardia al sistema inmunitario. De hecho, se afirma que la VITAMINAC que proporcionan las frambuesas es equiparable o incluso más efectiva que la que obtienes de las naranjas.
Estas frutas, al igual que otros frutos rojos, son ricas en antocianinas, un compuesto vegetal que tiene una doble función: antiinflamatoria y antioxidante. Pero de manera adicional también te ayudará a prevenir enfermedades del corazón.
Su efecto antiinflamatorio es de gran ayuda para los deportistas. Así, tras una dura sesión de entrenamiento es más sencillo descargar el esfuerzo que se ha depositado sobre la musculatura. Por último, son muy ricas en calcio y hierro, por tanto, consumir bayas también contribuye al fortalecimiento del sistema óseo.
complementos alimenticios como el arándano rojo concentrado , Además de reforzar el sistema inmunitario y beneficiarte de sus propiedades antioxidantes, también está indicado como coadyuvante en tratamientos para molestias urinarias como la cistitis.
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